Leo una idea que se repite estos días: “Nunca sabremos qué pasó exactamente por la cabeza de Andreas Lubitz” o “Consideremos estos sucesos como inconcebibles, no intentemos explicar lo que a veces, simplemente, no tiene explicación.” Es sensato y muy sano aceptar lo inevitable así como la idea de que los asesinatos en masa se seguirán produciendo por muchos controles que se desplieguen, pero creo que sí que podemos encontrar algo cercano a una explicación de la trama interior del joven Andreas Lubitz con las herramientas astrológicas. Seguir leyendo El ‘misterio’ de Andreas Lubitz
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Saturno en Escorpio, S.O.S.
Ya va quedando menos para que Saturno abandone Escorpio. Entró en el signo en octubre de 2012 y saldrá de allí para entrar en Sagitario el próximo 23 de diciembre, aunque volverá a recorrer los últimos grados de Escorpio entre el 15 de junio y el 18 de septiembre de 2015, cuando saldrá definitivamente. Como veremos a continuación, parece que hay fuerzas oscuras que han estado aprovechando al máximo este tránsito de Saturno en Escorpio así como el tiempo que le resta. Como Saturno rige con Júpiter los grandes ciclos socio económicos, los inquietantes efectos de este paso por Escorpio podrían ser duraderos.
Saturno es el maléfico mayor porque está compuesto de las cualidades primitivas de frío y sequedad, las dos que se oponen a la vida. Además, la ‘malignidad’ de Saturno se apoya en que esas dos cualidades están descompensadas, siendo el frío la cualidad extrema de este planeta.
El frío es ausencia de calor y de luz, que es lo que origina el calor. Representa el movimiento centrípeto (de fuera hacia dentro: adquisición, absorción), la oscuridad, el secreto. La actividad no es aparente sino latente o interiorizada. Por su parte, la sequedad simboliza organización, rigidez y falta de empatía. Así como las cualidades que conforman Saturno se oponen a la vida, los dos domicilios del planeta, Capricornio y Acuario, se oponen en la rueda zodiacal a los de las luminarias de la carta, que son Cáncer (‘casa’ de la Luna) y Leo (la ‘casa’ del Sol), cuando resulta que la Luna y el Sol, el par primordial, originan la vida material y simbólica. Seguir leyendo Saturno en Escorpio, S.O.S.
Mercurio retrógrado y exiliado para la declaración de la infanta como imputada
La Infanta Cristina declara hoy como imputada por el caso Noos, con Mercurio, el planeta que simboliza la inteligencia, la comunicación y la información, en su peor estado. Mercurio sufre principalmente dos graves condiciones: se encuentra en Piscis, signo de su exilio y además acaba de entrar en retrogradación. Además, Mercurio rige la Casa III, de la comunicación y todo tipo de declaraciones de la carta astral levantada para mañana a las 10 h. (hora prevista para la declaración) en Palma de Mallorca.
Mercurio está compuesto por las cualidades primitivas de frío y sequedad (en mayor proporción), mientras que el signo de Piscis está constituido por frío y humedad (elemento Agua). En Astrología tradicional se dice que Mercurio en Agua es “mudo”, lo que significa sobre todo que la comunicación verbal o escrita es dificultosa, ya que la humedad perjudica la capacidad de organizar el discurso mientras que fomenta la imaginación y la intuición. Así, la ubicación en este signo refuerza la reserva (frío) o la escucha y perjudica la precisión (sequedad) necesaria para que el mensaje de Mercurio llegue claro al destinatario. Mercurio en Piscis es más propio de la poesía, la música o el misticismo, pero tiene poco que aportar a una declaración judicial, que ha de ser ajustada, precisa, clarificadora. Seguir leyendo Mercurio retrógrado y exiliado para la declaración de la infanta como imputada
Saturno en Cáncer y el canibalismo en la II Guerra Mundial
Ayer me llamó la atenció un artículo en elpais.com sobre la publicación de un nuevo libro de Antony Beevor, el conocido historiador, sobre la II Guerra Mundial. Bajo el descriptivo título de “Los prisioneros eran ganado humano“, el artículo se refiere a los hallazgos de Beevor relativos al empleo que hizo Japón del canibalismo sobre los prisioneros en la etapa final de la guerra, cuando los recursos para abastecer a las tropas escaseaban debido al bloqueo de la marina estadounidense.
Estos hechos, conocidos de sobra por los ejércitos aliados que vencieron en Asia, fueron ocultados al público para no aumentar el sufrimiento de los familiares de los prisioneros, posibles víctimas, por lo que “el canibalismo no formó parte de los delitos juzgados en el Tribunal de Crímenes de Guerra de Tokio de 1946”.
La antropofagia, detectable en vestigios de grupos prehistóricos así como en ritos de determinados pueblos, constituye un fuerte tabú en la cultura occidental. En cierta manera, teniendo en cuenta que fue practicada por los seres humanos primitivos, todos ‘descendemos’ de ella (Cáncer es el signo análogo a la Casa IV, la de las raíces familiares, el atavismo y los ancestros, que también simboliza la alimentación). Me pregunto durante cuántas generaciones se puede percibir el eco de una ‘huella’ de este tipo, si es o no eterna.
Pero a pesar del tabú, el canibalismo ha constituido una ‘salida’ en cualquier época y lugar cuando las circunstancias podían conducir a la muerte por hambre (el artículo hace referencia al sitio de Leningrado, donde 600.000 personas murieron de esta manera). Este recurso extremo y último por la supervivencia, que se suele plantear a la desesperada y que probablemente se practicó en diferentes momentos y lugares de la II Guerra Mundial, se convirtió para las tropas japonesas, según el historiador, en “una estrategia militar sistemática y organizada”.
En Astrología, el signo asociado a la nutrición es Cáncer y quise ver si tenía alguna ubicación especial en la carta de la II Guerra Mundial. He empleado la carta basada en el momento de la declaración de guerra a Alemania por parte del Reino Unido (ese mismo día hicieron lo mismo gran parte de los países aliados) como respuesta a la invasión de Polonia dos días antes, que me parece que representa un inicio ‘oficial’. La declaración (Ascendente) fue emitida por radio (Marte, regente del Ascendente, en la Casa III -medios de comunicación-). Como comenta Sergio Rivillo, Marte, que es el planeta más digno (fuerte) de la carta por su exaltación en Capricornio, representa la victoria final de los declarantes frente a la debilidad de los oponentes, representados por Venus combusto en Virgo, signo de su caída. Estos y otros elementos indican que esta carta contiene el germen de la victoria aliada. Siempre cabe preguntarse si el momento fue escogido (Astrología elecional), algo que desde luego no espero que se publique en la prensa.
La carta muestra el signo de Cáncer precisamente al final de la Casa VIII, la de la muerte, cuando Beevor dice que “la mayoría de los casos ocurrieron al final del conflicto”. Saturno comenzó a transitar por Cáncer en los últimos años de la contienda.
Saturno, el planeta de las limitaciones, restricciones y carencias, recorrió el signo de la alimentación y la familia desde el 20 de junio de 1944 hasta el 2 de agosto de 1946, representando el hambre y la carestía general ocasionada por una guerra tan larga y cruda, además del duelo (Saturno: tristeza) por la pérdida de familiares (Cáncer), territorios y soberanía (Cáncer también, relacionado con la IV mundana). El recorrido que efectuó por la parte del signo de Cáncer que ocupa la Casa VIII de la carta con el sistema de casas Placidus duró hasta el 14 de marzo de 1945, momento en que Saturno ‘entra’ en la Casa IX de la carta. Las cúspides de las casas desiguales sucedentes y cadentes varían de un sistema a otro. El de Placidus, el más usado, muestra de una manera aproximada el tiempo de acción de Saturno en la Casa VIII.
En este mapa, Saturno en Tauro está conjunto a la Luna en el último grado de Aries y conjunto partil al Nodo Sur de la Luna (alimentación, maternidad, público en general, las masas) en el primer grado de Tauro, indicando que en 1939 quedaba mucho por delante todavía. ¿Simboliza Saturno a un enemigo de Gran Bretaña? Resulta que sí: el planeta está conjunto a la cúspide de la VII Casa en Tauro, la de los ‘enemigos’ declarados, así que su regente (Venus) y los planetas que contiene el signo representan el Eje contra el que lucharon los aliados.
Tauro está asociado a la acumulación de recursos materiales y en el cuerpo humano simboliza la zona que une la cabeza (Aries) con los hombros (Géminis): el cuello y los órganos que comprende. De este modo, Tauro también está conectado con el proceso de la alimentación (acumulación de nutrientes), puesto que está relacionado con su primera fase: saborear (lengua), masticar (mandíbula inferior) y deglutir (garganta) la comida, como paso previo a su llegada al estómago (Cáncer). Por su ubicación en Tauro, Saturno ya está determinado pues hacia el proceso que comentamos en el post, enfatizado o culminado al entrar en Cáncer.
El Nodo Sur de la Luna es zona de oscuridad por producirse allí los eclipses y tradicionalmente tiene connotación maléfica. Es frecuente verlo ‘activado’ en momentos ‘turbulentos’ relacionados con el colectivo o con grandes concentraciones de gente que incluso puede que no se conozca entre sí, a la que conecta a través de algún tipo de perjuicio (como en el caso de la matanza de Utoya). El nodo maléfico (oscuridad) conjunto al planeta maléfico mayor (más oscuridad) es lo menos que se puede esperar en la carta del inicio de la guerra más devastadora que ha conocido la humanidad.
Una carta astral tiene un número de símbolos limitado, aunque la combinación de todos ellos puede dar lugar a una riqueza de significados difícil de acotar. La II Guerra Mundial, una contienda global que afectó numerosos países, tiene una historia larga y compleja de la que se han escrito incontables tomos. En este post pretendo indagar solamente en uno de los ‘roles’ posibles para el planeta Saturno en esta carta concreta, que desde luego no puede ser el único, como suele pasar cuando se descifran símbolos. Y digo esto para introducir otra cuestión relevante: sabemos que Saturno representa a enemigos de los aliados, pero ¿representa a la nación japonesa?
Buscando la carta que representaría a la nación en la época del inicio de la II Guerra Mundial, encuentro dos referencias coincidentes y una de ellas aporta una hora. En The Book of World Horoscopes, dedicado a la Astrología mundana, Nicholas Campion ofrece el dato de la promulgación de la primera constitución moderna en la historia de esa nación, la Constitución Meiji, el 11 de febrero de 1889, sin hora. Charles Carter, otro relevante astrólogo especialista en mundana proporciona para esa fecha las 10:30 h. de la mañana en su libro An Introduction to Political Astrology.
El mapa resultante muestra un Sol angular en la Casa X, fuerte por posición pero en debilidad esencial por hallarse en Acuario, un simbolismo apropiado para el inicio del primer sistema democrático del país, que debilita la autoridad individual del emperador (Sol). El Ascendente en Tauro tiene también un regente debilitado, Venus en Aries en la XII. Saturno es el dispositor del Sol (Acuario), regente del MC en Capricornio y co almuten de la Luna en Géminis; se halla en la IV casa del territorio y la soberanía, en el signo de Leo, mostrando un gran orgullo nacionalista (IV) con voluntad de expansión (signo de Fuego) autoritaria (Saturno) que finalmente provocaría su caída (Leo es uno de los dos exilios de Saturno, que está retrógrado y opuesto al Sol; hay una recepción mutua por domicilio entre estos dos planetas indignos que quizá les confirió una falsa confianza y les hizo inconscientes de su debilidad esencial). La importancia de este Saturno angular se extiende al hecho de que es el almuten de la carta por su predominio en los lugares hilegíacos y además por ser el primer regente de la triplicidad de la luminaria de la carta, el Sol en signo de Aire.
Parece que Saturno sí representa a la nación japonesa, según este gráfico. En la Casa IV, además del nacionalismo que he descrito, describe su idiosincrasia, un pueblo conservador, tradicional, amante de la autoridad, las jerarquías y los planes establecidos, atento a las rigideces de un protocolo (Saturno) elitista (Leo) y poco dado a las efusiones espontáneas. El Saturno retrógrado dispositor y opuesto al Sol exiliado en Acuario describe otro elemento relevante: la problemática asunción de responsabilidad individual. Todavía hoy en día se aprecia esto en la mayoría de los japoneses, que en general no osan tomar la más mínima decisión que cuestione la cadena jerárquica de la que forman parte; siempre hay un superior al que consultar. En las situaciones de emergencia esto es un lastre que puede ocasionar graves perjuicios por la lentitud (Saturno) en tomar una determinación. También sigue presente, sobre todo en los nativos que no han salido nunca del país o que no han tenido contacto con otras costumbres (Casa IV), la adhesión a la rigidez (Saturno) de las fórmulas de conducta que tiene la sociedad japonesa hasta para los aspectos más nimios y cotidianos de la vida; por ello los japoneses, que suelen ser amables y hospitalarios, suelen sentirse inseguros (Saturno) cuando han de interactuar con extranjeros. El Sol en Acuario pone el contrapunto (oposición) a la jerarquía saturnina, porque simboliza la agrupación y el igualitarismo; con un mal Saturno, como es este caso, el Sol se combina con una raíz autoritaria (Saturno en IV), lo que produce la condena social y exclusión de los individuos que se desmarcan del grupo, de la tendencia colectiva. Por supuesto, estoy hablando de unos aspectos concretos de la carta que hacen referencia a la cultura predominante de un pueblo, no de la verdadera naturaleza del ser humano, que no depende en absoluto del lugar de nacimiento. Esta carta, que probablemente siga activa porque los símbolos parecen vigentes, tiene una rigidez que puede oprimir a muchos de los seres humanos a los que gobierna, siendo unos individuos más afines a ella que otros y por lo tanto, menos infelices.
Así llegamos a otro punto relevante: Saturno en Cáncer, el otro signo de exilio para el planeta y por lo tanto, de debilidad, de indignidad esencial. La entrada de Saturno en Cáncer hacia el final de esta gran guerra pudo anticipar el fin del imperio nipón. Este planeta, el gran maléfico de la Astrología tradicional, representando lo contrario de lo espontáneo, es decir, lo medido y calculado, puede significar también las acciones infames pero ordenadas en las que incurrió a causa de su debilidad, como el plan ‘sistemático y organizado’ para alimentarse de los prisioneros. La debilidad del planeta pudo acarrear la derrota, que según las circunstancias puede ser muy digna (tuvo su oportunidad, teniendo en cuenta que sufrió la devastación de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, lo que le restituyó en la categoría de víctima), pero sobre todo trajo la mancha de los crímenes contra la humanidad que cometió el ejército japonés al amparo de la guerra, algo difícil de sobrellevar para Saturno en Leo: un pueblo con un orgullo pernicioso, incluso destructivo. Alemania también sabe lo que es tratar de purgar un pasado terrible, todavía reciente.
Para remate una ‘coincidencia’: Hitler nació en 1889, el mismo año que el Japón de la guerra. También tenía Saturno en Leo (13º 27′) y, como Japón, ambos Saturnos están angulares y en grados Avatar: esto significa el papel ‘maléfico’ que ambos -persona y país de entonces- representan para el colectivo a través del que quedan reflejados en la historia, siendo además Saturno un símbolo del enemigo de los aliados en la carta de la declaración de guerra. Los militares japoneses acataron -con la salvaguarda del grupo- las atroces órdenes de sus superiores, probablemente con la disciplina acostumbrada y predeterminada en su cultura autoritaria, una disciplina que requiere buenas dosis de oscurecimiento (Saturno) o ‘destierro’ de la voluntad individual. Y es que la voluntad humana, sobre todo cuando tiende a elevarse sobre las miserias sobrevenidas, manifiesta con esplendidez la Luz del Sol.
Marte se acomoda en Virgo por una buena temporada
El planeta Marte permanece en cada signo entre mes y medio y dos meses pero, debido al doble cambio de sentido que supone la retrogradación, el recorrido por Virgo durará unos ocho meses. Cabe esperar un énfasis en los asuntos globales gobernados por la interacción de ambos símbolos. En lo personal, los nativos de esta configuración experimentarán el retorno del planeta y tendrán tiempo para sentirlo con más intensidad. Seguir leyendo Marte se acomoda en Virgo por una buena temporada
Leviatán herido
Hace 247 años que Adam Smith comenzó la redacción de un libro, trabajo que le llevó unos 10 años y que salió a la luz en 1776 bajo el título de La riqueza de las naciones. Esta obra es la biblia de la economía capitalista y de su ideología sustentadora, el liberalismo, en la que se defiende precisamente la libertad de mercado por ser éste capaz de autorregularse gracias a una sabia mano invisible.
Esos 247 años es el tiempo que ha tardado Plutón en dar una vuelta completa a la eclíptica, es decir, que entre 2008 y estos meses se ha producido el retorno de Plutón a la posición que ocupaba en 1764 en los primeros grados de Capricornio (el planeta ha efectuado varias entradas y salidas del signo por la alternancia entre el movimiento directo y retrógrado).
Precisamente la entrada de Plutón (transformación, muerte, renovación) en Capricornio (empresa, economía, jerarquías) coincidió en el primer trimestre de 2008 con fundados temores de inicio de recesión y un amplio cuestionamiento del capitalismo (y de su ideología, el liberalismo) que planteaban una revisión del sistema o su transformación, así como la necesidad de controlarlo “férreamente” y supervisar y regular la banca en vista de las enormes inyecciones de dinero público que desde hacía meses estaban recibiendo importantes entidades financieras privadas a raíz de la crisis económica sobrevenida y los estragos que estaban ocasionando los especuladores con el precio de los alimentos (signo de Cáncer, opuesto a Capricornio) al buscar inversiones seguras. La impactante quiebra de Lehman Brothers (de la que mañana 15 de septiembre se cumplen tres años) y de otros importantes bancos de inversión americanos en la segunda mitad del año acentuó esta tendencia. Este período de desmoronamiento (oposición Saturno-Urano), por un lado y de crítica o autocrítica por otro, coincidió con el planeta regente de Capricornio, Saturno, en los primeros grados de Virgo (crítica, análisis, discriminación, purificación), lanzando un trígono a Plutón.
Pero, hete aquí que Saturno entra en Libra, el signo de su exaltación (donde es muy poderoso), entre finales de 2009 y principios de 2010, su retorno al signo desde principios de los años 80 (inicio del neoliberalismo con Thatcher y Reagan). Esto anuncia un giro en el planteamiento: cesan las voces pro regulación. De hecho, se observa cómo en entidades intervenidas sus altos ejecutivos (consejeros, lo llaman ahora) siguen repartiéndose dividendos y bonificaciones de sus empresas en precario que en gran parte proceden del dinero público “inyectado”. Aunque esto llega a la opinión pública, los gobiernos no parecen dispuestos a cumplir sus promesas de pedir cuentas a los codiciosos, que además son responsables de las quiebras. Es más, llega un momento en que las tesis neoliberales de disminución de gasto social en tiempos de crisis se imponen y, por ejemplo, en mayo de 2010, el gobierno español anuncia los primeros recortes en pensiones y bajada de sueldos a los funcionarios.
Y es que, relacionando la actualidad con lo que decíamos al principio del post, Plutón está completando un ciclo en Capricornio, que podemos asociar con el capitalismo (porque es el sistema económico vigente), y que efectivamente podría acabar por transformarlo. 1776, año de publicación de La riqueza de las naciones, que sienta las bases del liberalismo económico (se halla Saturno, dueño de Capricornio, como ahora, en Libra, signo de su exaltación), y con Plutón ya cerca del final de Capricornio, coincide con un evento trascendental: la Declaración de Independencia de los EE.UU., cuyo germen estuvo en la protesta de los colonos contra los impuestos de la Corona que consideraban excesivos e injustos, sobre todo porque no tenían ninguna posibilidad de gestionar el dinero recaudado; asimismo, los colonos no se sentían representados por las autoridades monárquicas británicas (!). El ultraconservador Tea Party norteamericano toma su nombre de la revuelta de los colonos contra los impuestos sobre el té. La Guerra de Independencia termina unos años más tarde, con Plutón ya en Acuario (revolución, nuevo orden social), consolidándose la nueva república. Cuando Plutón alcanzó los 18º del signo se desencadenó la revolución francesa, tan íntimamente ligada al fenómeno estadounidense republicano que ese Plutón está conjunto a la Luna en Acuario de la declaración de independencia americana.
Resumiendo, si Capricornio es el signo de la producción y gestión de los recursos materiales de forma estructurada y jerárquica, es decir, del sistema económico vigente en una época cualquiera, hace 247 años se sentaron las bases de una profunda reforma económica que dio lugar al auge de la burguesía y las clases medias (las verdaderas, las de entonces).
El trabajo de Plutón o, quizá su mensaje, es transformarse o morir, así que es de esperar que el nuevo paso de Plutón (transformación, muerte, renovación) por este signo traiga otra reforma del sistema económico mundial y de la producción y gestión de los recursos (la cuestión, por ejemplo, del finito petróleo), que puede llevar a nuevas formas de organización social cuando el planeta entre en Acuario. Pero esto parece que también lo saben los plutócratas actuales, por lo que se están anticipando. Con sus presiones sobre las naciones, los mercados han conseguido que las políticas en EE.UU. y Europa, principales focos de la crisis actual, sigan favoreciendo el negocio financiero a expensas no ya sólo de la población, sino del capitalismo productivo, sobre todo el de las pequeñas empresas que se ahogan por la restricción del consumo (bajos salarios, paro) y por ser los últimos en la cola de acreedores. Y cuando digo que “lo saben”, me refiero a que parecería que estos enormes poderes económicos son conscientes del ciclo astrológico que estamos viviendo y convenientemente asesorados en esa transformación están sentando las bases que más les convienen para las décadas venideras, visto lo que sucedió la última vez.
Es decir, que el actual sistema económico, que puede estar llevándose a sí mismo y al mundo al colapso, ante las peticiones de regulación y cesión de poder por parte de la sociedad (la que tiene acceso a la información) reacciona dando zarpazos como haría una fiera herida, atacando y poniendo límites a gobiernos y población mientras que, al mismo tiempo, se sirve de los recursos públicos para sobrevivir. Hemos escuchado estos últimos largos y duros meses expresiones como “castigo de los mercados”, “ataques especulativos a las deudas de los países”, que los ajustes (recortes) no “calman” los mercados; tampoco lo hará la reforma constitucional en España. Estas entidades actúan como aquella bestia mitológica marina de enormes fauces, insaciable, casi indefinida en su oscura enormidad y por ello símbolo del caos primigenio, muy semejante al subterráneo Plutón en su inmenso poder y en su invisibilidad, que llamaron Leviatán. No cabe duda de que la bestia está hambrienta y, herida, sabe defenderse o… morir matando. ¿En qué estaría pensando Hobbes cuando eligió el título de su famoso libro?
(Muchas referencias contenidas en el post podéis encontrarlas, como yo, en Santa Wikipedia).