Urano y Plutón forman hoy una cuadratura exacta en el séptimo grado de sus respectivos signos, grado que ocupa el Sol de una carta mundana que he estado considerando, desde hace un tiempo, como posible representante de este país. Una cuadratura no necesita ser ‘perfecta’ para hacer sentir sus efectos, pero cobra mayor fuerza cuanto más exacta es y es alrededor de esos días o semanas cuando sus manifestaciones son más evidentes. Parece que los acontecimientos coinciden en señalar la segunda mitad de septiembre y el inicio de octubre como bastante turbulentos, que es el mínimo efecto de esta cuadratura entre dos pesos pesados, cuyo ciclo tiene un alcance colectivo. Si la carta que propongo para la nación es válida, la cuadratura será muy influyente, como poco, durante todo el otoño, ya que estará también presente en la carta del 0º Libra, una de las cuartas del año.
Además de la carta del inicio del reinado de los Reyes Católicos, como mapa astral de la España actual se suele tener en cuenta el de la proclamación del rey Juan Carlos I, el día 22 de noviembre de 1975, a las 12:45 h. (según The Book of World Horoscopes, de Nicholas Campion) o las 12:36 según otras fuentes, al entender que se inicia entonces la nueva forma de Estado con la reintroducción de la monarquía. Pero el Estado español, en su funcionalidad democrática, no estuvo listo hasta la puesta en marcha de la Constitución de 1978, votada y aprobada en referéndum el día 6 de diciembre y que entró en vigor, según la Disposición Final del texto, el mismo día de su publicación en el Boletín Oficial del Estado el 29 de diciembre de ese año. Desde entonces, lo ‘pre constitucional’ se presume no válido, obsoleto, perteneciente a otra era. Ante la falta de determinación de una hora, debe entenderse que la Constitución entró en vigor a las 0 h. de ese día. La carta astral resultante sería la de la propia Constitución, pero muy probablemente también la del “Estado social y democrático de Derecho” (Art. 1.1) que comenzó su andadura en aquel mismo instante en forma de “Monarquía parlamentaria” (Art. 1.3); así la propia monarquía quedaba validada por el texto e identificada con la forma de Estado.
Creo que esta carta astral refleja bien esta identificación, tanto por analogías como por los tránsitos de eventos significativos de la historia reciente. En este post voy a centrarme en los aspectos económicos de la carta, que creo que son predominantes y son los que más me interesan ahora. Para otro post podría quedar una exposición que abarque aspectos más generales.
Los ángulos del mapa están en signos dobles o mutables, reflejando la naturaleza inestable de un país que guarda dudas sobre su identidad, consolidación y metas. Tiene el Ascendente en Virgo y el Sol en Capricornio; estos dos laboriosos y pragmáticos signos contradicen la fama de ser un país poco dado al trabajo, coincidiendo con diversos informes y estadísticas desmitificadoras.
La Luna (pueblo, gentes, estado de ánimo general), también en signo mutable, muy importante por ser carta nocturna y estar angular en la IV, rige la Casa XI (Parlamento) y la IX (leyes) por exaltación. La Luna, muy menguada a punto de hacer conjunción con el Sol, representa la finalización de un proceso, mientras se acerca a un nuevo inicio. Pero la carta del día antes de la Luna Nueva parece dejar ese proceso sin terminar. Esta Luna representaría un estado de crisis permanente, una ‘sensación’ de final inminente o de estar acabando eternamente una etapa (¿la Transición?). No me parece un signo positivo para el bienestar a largo plazo de la nación y menos en carta nocturna.
El Sol en la Casa IV (territorio, soberanía, pueblo) en Capricornio, muy reforzado también por el trígono de Saturno y la conjunción de Marte, exaltado en ese signo, destaca el interés en la economía, la generación y gestión de los recursos, la agricultura, la tierra y el subsuelo y el patrimonio inmobiliario, que quedan como nucleares en la configuración nacional, desde sus fuentes (IV) y como aspiración (Sol). Este Sol es como el patrón de una empresa (Capricornio) o el patriarca que procurará la transmisión de su patrimonio (Casa IV) a su descendencia (V signo), por eso quizá el rey Juan Carlos (Sol natal en Capricornio) y no meramente la institución monárquica, esté tan fuertemente asociado a la identidad nacional, porque encarna el símbolo capricorniano. Además, en las cartas mundanas el Sol suele representar al rey, al gobernante, a la máxima autoridad.
Quizá el problema de la deuda a causa de la vivienda esté reflejado ya en esta carta: vemos a Marte (regente de VIII, deuda) en IV (bienes inmuebles), en el V signo (especulación), en cuadratura a Plutón (transformación radical, crisis, destrucción) en II (dinero, recursos). A todo esto, Marte (deuda, préstamos, recursos ajenos, muerte) es el planeta más fuerte de toda la carta. La cuadratura Marte-Plutón siempre trae una gran violencia y convulsión; parte de esa violencia es visible (Marte), pero otra parte queda oculta (Plutón).
Venus regente de la Casa del dinero en Libra exiliada en Escorpio podría aludir a la corrupción, esa vieja compañera que no nos abandona (Escorpio es un signo fijo) así pasen los años… También podría tratarse del ‘trasvase’ de dinero público que va a parar a lugares ilegítimos (exilio). Y es que por si fuera poco, en la cúspide de II (dinero) tenemos a Plutón, el planeta del afán de poder, las transformaciones radicales e inexorables, las crisis, la violencia soterrada, la manipulación.
Saturno retrógrado, relacionado también con la II por su exaltación en Libra, se halla además en Virgo, el signo de caída de Venus (dinero). Tanto Venus como Saturno quedan ‘desconectados’ de la II por signo, mostrando su incapacidad para auxiliarla.
Volviendo a Plutón, en la II implica el uso del dinero como herramienta coercitiva y de manipulación; una fusión entre manejo oculto y poder que desprende un aroma sospechoso. Por otro lado, Tauro en la IX relaciona a la banca con la legislación. El regente de la IX (leyes y tribunales), Venus en Escorpio, lo es también de la casa del dinero. Los dos ámbitos están, pues, muy relacionados y no de forma benéfica (Venus exiliada). No es una carta favorecida en la esfera económica ni tampoco propicia la transparencia.
Plutón en este sector representa que las mayores transformaciones sufridas por la Constitución/nación tienen que ver con la economía o vienen por su causa…
¿Cuándo, según este mapa nacido en 1978, iba a producirse esa transformación/crisis plutoniana? Mediante progresiones secundarias, el Ascendente, que es el principal ángulo de la carta, en septiembre de 2011 (vigencia de la reforma constitucional) toca mediante una estrecha conjunción el Plutón en II (economía), activándose el proceso de transformación, no ya sólo Constitucional, sino nacional, porque afectará a la evolución del país y al bienestar de sus ciudadanos.
La conjunción es partil en 2012, con el Ascendente en 19º 30′ en el momento en que escribo este post, un año después de la súbita reforma constitucional, sobre la que ya escribí en su momento. Ascendente progresado y Plutón comparten grado. 2012 es el año de la puesta en marcha por decreto de numerosas medidas y ‘recortes’ en sectores que hasta ahora se creían intocables por esenciales, porque a raíz de la reforma constitucional el pago de la deuda y los rescates bancarios con dinero público tienen prioridad sobre la atención a las necesidades de la ciudadanía, que también son derechos constitucionales.
Marte (VIII, deuda) es el planeta con mayor fuerza esencial de la carta y ya he comentado que realiza una cuadratura a Plutón en la carta radical. Observando su progresión en el momento de la reforma de la Constitución, el Marte progresado (deuda) ‘coacciona’ mediante una oposición a Júpiter (Parlamento). La Luna (pueblo) progresada se opone a Saturno (tristeza, precariedad) desde el sector del trabajo, la salud y administración públicas. Mientras, el lento Saturno en progresión ha alcanzado el trígono partil con Marte, así que la ‘austeridad’ (Saturno) se implanta sin obstáculos; el trígono partil entre Saturno y Marte me sugiere que hay estamentos que tienen más poder que nunca. Además, Plutón y la II han recibido el tránsito de Saturno en Libra durante los mismos años. Puede que Neptuno (fantasía, caos, desintegración) en conjunción con la cúspide de IV (bienes inmuebles) haya sido un elemento importante en la creación de la llamada ‘burbuja inmobiliaria’, que ‘explotó’ en 2007, coincidiendo con la llegada a Neptuno de Venus progresado, regente de la Casa II (dinero).
Según este mapa, es tiempo de gran transformación del país entero a todos los niveles y, sobre todo, de la identidad, la imagen (Ascendente) de un Estado -y de sus habitantes- que pasa del superávit a la pobreza (Casa II) en muy poco tiempo, con la angustia y miedo que suele traer Plutón. El paso del Ascendente progresado sobre Plutón suponen un ‘antes y un después’ en la vida del país.
¿De qué naturaleza es esa transformación, vinculada a la reforma constitucional de 2011? Plutón es un planeta violento y en esta carta aumenta el peligro por la cuadratura que recibe de Marte (otro planeta violento; cortes, ‘recortes’). Las medidas que se imponen (Marte y Plutón) ahora como un castigo bíblico y que transforman la vida de tantas personas no están exentas de dureza e incluso violencia en ocasiones que, con la ayuda del sextil de Plutón al BC y los planetas allí presentes, se ejerce sin obstáculos, sin respuesta violenta por parte de una población esencialmente pacífica (Mercurio, Neptuno, Luna), y a la manera plutoniana: por debajo de la línea de flotación, como en una demolición controlada y mediante anuncios y comunicados en los que el único mensaje claro es lo irremediable de las propuestas, que se dosifican gota a gota, para atemorizar lo justo; así se van administrando las ‘medidas’ al público, a la manera de un veneno del que no se quiere suscitar sospecha para así evitar la búsqueda de un antídoto…
Pero la cuadratura Urano-Plutón, partil desde el 18 de septiembre y exacta hoy 19, da de lleno en el Sol de esta carta, lo que trae cambios -quizá con sorpresa, algún imprevisto- pero profundos en la nación (Sol en IV), las altas jerarquías del Estado (Sol) y puede que también en la monarquía y en la figura del rey. El lunes recibimos la sorpresiva renuncia de Esperanza Aguirre que, siendo una líder regional, tiene un gran alcance en la medida en que afecta al organigrama y equilibrio de poderes en el partido que gobierna el país con mayoría absoluta. En el polo ideológico opuesto, ayer mismo se produjo el fallecimiento de Santiago Carrillo, un ‘actor’ destacado en la historia del país de los últimos 70 años.
Hablaré un poco más sobre qué implica esta cuadratura en otro post. Tiempo va a haber, porque queda para rato…
Abreviando, esta segunda cuadratura del ciclo Urano-Plutón (la primera fue en junio y quedan varias más hasta 2015) permanecerá partil en la carta del 0º Libra (inicio del otoño) del 22 de septiembre, poco antes de las 5 de la tarde, reforzando así su efecto crítico, que abarcará al menos toda la estación. Se ha dicho que venía un ‘otoño caliente’ y parece que el código astral también lo indica.
Además, por direcciones de arco solar en la carta de España/Constitución, Urano (del que se dice que ‘despierta’: rebelión, revolución, ruptura súbita del orden vigente) ha llegado ya prácticamente a la Luna en IV (pueblo, territorio, oposición), conjunción que será partil (más fuerte) a partir del próximo octubre. Las revueltas sociales (Luna) y los cambios legislativos (la Luna almuten de IX) que afecten a la propiedad inmobiliaria, la soberanía territorial (IV) o al mismo Parlamento (la Luna rige esta casa), además de los conflictos en estas áreas, ya son cuestiones candentes (manifestación independentista de la Diada, manifestación anti ‘recortes’ del 15-S) y podrían intensificarse alrededor de ese período y a lo largo del año que viene, manifestándose un ambiente turbulento y un inconformismo -ya patente- y que no habría hecho más que empezar.