Después del terrible jueves en Niza, inquietante desarrollo de los acontecimientos tras el fallido golpe de Estado en Turquía. El presidente Erdogan, desde un cargo que en principio se entiende como simbólico, está impulsando «medidas extraordinarias para hacer una “limpieza” entre los sospechosos de sublevación para “hacerles pagar el precio más alto”. El golpe se convertirá a la postre, ha dicho Erdogán, en “una bendición de Dios”.»
He levantado la carta de la sublevación militar para las 22:50 hora local, ya que en la Wikipedia se indica que dio comienzo poco antes de las 23 hora local («just before 11:00 pm EEST»). El Ascendente se encuentra en Piscis, el último signo que unos golpistas hipotéticamente aficionados a la astrología hubieran escogido para su intentona, por tratarse de un signo mutable (resultado inesperado, cambiante), de Agua (híper adaptabilidad, cero firmeza o agresividad) y con su regente Júpiter exiliado en Virgo, en la casa del enemigo (VII), lo que vacía de toda su fuerza esta asonada.
Por si fuera poco, encontramos que el grado Ascendente se halla conjunto al planeta Neptuno y al Nodo sur de la Luna. Neptuno está vinculado con lo ilusorio, el artificio, la confusión desintegradora. Por mi parte, asocio Neptuno a la moderna ‘realidad virtual’ o ‘aumentada’ (foto y vídeo) y su reproducción masiva, muy relevante en el siglo XXI, de acuerdo con la difusión mundial e inmediata de fotos y vídeos del acontecimiento. El Nodo sur, maléfico según la tradición astrológica, es un punto de oscuridad y ausencia u ocultación de información; lo asocio, también, a muchedumbre desorganizada o sin líder visible.
Y es que no hay demasiada claridad sobre el origen de la rebelión militar. Al hecho de que por el momento «ningún militar de alto rango o figura pública ha reivindicado la autoría política o el liderazgo del golpe» se unen los comentarios del teólogo islamista residente en Estados Unidos Fethullah Gülen, a quien Erdogan apunta como el cerebro de la fallida operación: «”No creo que el mundo se tome en serio las acusaciones en mi contra”, ha dicho en Financial Times, donde también deja caer que el golpe ha podido ser “una escenificación” de Erdogan».
Volviendo a la carta, vemos que Júpiter, regente del Ascendente, lo es también del Medio Cielo, el ángulo superior de la carta, inicio de la Casa X, que representa el gobierno. ¿Golpistas y Gobierno están vinculados? En fin. Júpiter en Virgo está ‘en manos’ de Mercurio en Leo, dispuesto a su vez por el Sol en Cáncer, dispuesto este por la Luna en Sagitario, que es un signo gobernado por Júpiter. Volvemos entonces, otra vez, al principio… En mi opinión, el Ascendente Piscis y el MC Sagitario, regidos por Júpiter y tratándose ambos de signos mutables (dobles), reflejan una doble realidad: el golpe militar ha fracasado pero sí que se ha efectuado un desalojo de poder, pero del representado por Júpiter y Sagitario (MC Casa X), es decir, el relacionado con la Ley: el presidente turco «ha suspendido de sus funciones a 2.745 jueces de diferentes tribunales; ha detenido a más de 6.000 personas, entre ellos 2.800 militares o un miembro del Tribunal Constitucional y se ha desecho de integrantes del Consejo de Estado; también ha cambiado a los consejeros del Consejo Superior de Jueces y Fiscales. Con el sistema judicial abierto en canal, el Gobierno turco también ha deslizado la posibilidad de reinstaurar la pena de muerte para aplicarla sobre los “traidores”.» Sorprende que se pueda efectuar una actuación de ese alcance y envergadura apenas un día después del golpe, suponiendo que este haya sido una sorpresa para el presidente y su gobierno. Como he dicho antes, el presidente del Gobierno turco tiene una función más bien simbólica o de representación y sin embargo, tras los acontecimientos del fin de semana, parece haberse destapado el verdadero alcance de su influencia, que ha aumentado enormemente con esta rauda ‘depuración’ de cargos.
La Fortuna en Escorpio y Casa VIII, con Marte presente y dignificado en su signo, refuerzan la idea de que el núcleo de la carta radica en la depuración y eliminación de todo lo que ‘sobra’ a la manera marciana más radical, sin contemplaciones, sin cuartel.
El presidente Erdogan es un hombre religioso: Sol, Mercurio y Venus en Piscis, en trígono con el elevado Saturno, regente del Ascendente, ubicado al final de la Casa IX (religión, ley) y muy cerca del Medio Cielo (poder). Parece que bajo su influencia, Turquía avanza hacia la islamización, contradiciendo la base laica de la república que instauró Mustafa Kemal ‘Atatürk’ (padre de los turcos) y referente ideológico de los militares.
Pero si esperamos encontrar al menos rectitud, llama la atención que Júpiter natal, regente de Piscis, se halla exiliado (indigno) en Géminis, en aspecto tenso a todos los planetas que gobierna: Sol, Mercurio y Venus en Piscis (cuadratura) y Luna y Marte en Sagitario (oposición). La Luna, dueña de la secta nocturna, está en conjunción partil con Marte (co almuten del Ascendente Capricornio) en Sagitario, ambos en la XI (grupos, equipos), reflejando su pasado como futbolista. La recepción mutua entre Júpiter y Mercurio (exiliado, combusto y retrógrado), así como la ubicación de Marte y Luna en Sagitario (peregrinos ambos planetas), en aspecto tenso tanto con Mercurio (comunicación, pensamiento) como con Júpiter (ley, moralidad), inducen a pensar que Tayyip Erdogan tiene un discurso con ‘doblez’, finanzas sospechosas y una vida emocional entre la impulsividad y el exceso, y pocos miramientos, por decirlo todo de manera suave, muy suave. La realidad es lo que el señor Erdogan quiere que sea. Por supuesto, todo esto es una interpretación tendenciosa, la astrología es una patraña y nadie serio y en sus cabales haría caso de este post.
La carta de Turquía y la del presidente coinciden en su divisor o principal planeta cronocrátor o gobernador de los tiempos: Marte, activo desde inicios de 2015. El reinado de Marte no augura precisamente tiempos tranquilos para un territorio que es encrucijada de culturas, religiones e intereses estratégicos y más con la posibilidad de que Erdogan sea en realidad un apoyo del ISIS/ Daesh.
Ha sido muy interesante y confirma lo que se rumorea de que ha sido el propio Herdogan quien ha propiciado el golpe de estado. En españa ya tuvimos el 23F y se rumoreaba que lo habia propiciado JuanCarlos. O sea, que no es nada del otro mundo, que los propios mandatarios se den ellos mismos un golpe de estado. Parece ser que el poder les transtorna las neuronas y se vuelven majaretas.
Gracias por esta lección magistral.
Gracias, Maria Llum. Lamentablemente, la situación no ha hecho más que empeorar desde que publiqué el post.