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Halloween y el ciclo solar

He escuchado estos días voces críticas hacia la celebración de Halloween, en el sentido de que es una importación norteamericana, como cualquier otro producto comercial que tan bien saben vender. Incluso he llegado a ver un reportaje en el que se reivindicaba el Don Juan Tenorio, por ser tan ‘nuestro’, en contraposición a esa festividad extranjera sin ninguna conexión con lo español…

Siendo Halloween una manera inofensiva y festiva de enfrentarnos a nuestro miedo a la muerte y cuestión comercial aparte, en realidad se trata de una celebración casi tan antigua como la humanidad. La palabra ‘Halloween’, que procede de the Eve of All Hallows o también All Hallows’ Evening, hace refencia a la festividad cristiana de la víspera de Todos los Santos, que también es la de aquí. Y como todas las grandes festividades del calendario cristiano, tiene un origen solar. Seguir leyendo Halloween y el ciclo solar

Avalancha humana en el Madrid Arena: un callejón sin salida

Las Lunas Llenas suelen traer anuncios que frecuentemente están relacionados con las casas ocupadas por la oposición Luna-Sol. La de anteayer, además, fue un eclipse, que trae el simbolismo del oscurecimiento de la Luna, arquetipo de lo femenino. El eclipse lunar en Géminis (juventud) con el Sol en la Casa de la muerte (VIII) nos ha traído el anuncio del eclipse-lunar-parcial-28-noviembre-20125 Avalancha humana en el Madrid Arena: un callejón sin salidafallecimiento ayer de la quinta víctima del terrible suceso en la fiesta de Halloween del Madrid Arena, el Thriller Music Festival. Veremos cómo la Luna en Géminis está estrechamente relacionada con las cartas de los acontecimientos.

De los datos que se van conociendo, la fiesta comenzaba oficialmente a las 23 horas del miércoles 31, según el permiso solicitado por la empresa organizadora al Ayuntamiento. Según el testimonio de una chica, la música paró de 3 a 3:30 h. de la madrugada del día 1 porque el recinto se estaba preparando para el momento estrella de la noche: la actuación del DJ Aoki, celebridad norteamericana que había creado mucha expectación.

Finalmente y confirmando la última hora mencionada, la hora más ajustada al momento de la avalancha mortal podría ser la de las 3:33 h., según recogen las cámaras de seguridad, que produce un gráfico muy significativo. Marte, planeta en esencia maléfico, rige la Casa VIII (muerte) y se halla situado en la fiesta-de-halloween-en-el-madrid-arena-hora-avalanchas Avalancha humana en el Madrid Arena: un callejón sin salidaIV junto al Bajo Cielo, ángulo con el que forma conjunción estrecha. La relevancia de Marte en esta carta se acentúa por ser el dispositor del Sol en Escorpio y de Saturno, conjunto al Sol, regente de la VIII (muerte) en Acuario (grupo) de la carta de las 23 h., la hora oficial de inicio de la fiesta.

El Sol peregrino en Escorpio -dispuesto por Marte-, que simbolizaría la máxima autoridad de la carta, reflejaría la deficiente organización y la toma de decisiones inadecuada, tanto en el origen de los incidentes como a la hora de solucionarlos, que tendría fatales consecuencias. La conjunción con Saturno indicaría cierto inmovilismo, falta de reflejos y lentitud a la hora de emprender las acciones necesarias. A las 3:33 h., el Sol también es co almuten de la VIII, la casa de la muerte.

Ambas cartas, la del inicio de la fiesta y la del suceso, tienen muchos elementos interesantes que destacar, pero quiero centrarme en un punto que me parece primordial: la oposición Marte-Júpiter, estando Marte en IV y Júpiter junto al Medio Cielo. Ese Júpiter en Géminis en el lugar más elevado de la carta (escenario) parece representar la gran expectación que rodeaba a la estrella de la noche, DJ Aoki -además de origen extranjero (Júpiter)-, es decir, la gran fuerza motivadora en la organización de la fiesta, relevante en los acontecimientos de aquella madrugada que tiene su reflejo y consecuencias en la oposición Marte-Júpiter.

Conforme avanzan las investigaciones va quedando claro que el exceso de aforo fue la causa primordial del caos y las avalanchas. En este sentido, y en relación a la oposición Marte-Júpiter, diversas fuentes -incluído el testimonio que cito más arriba- mencionan la concentración fatal de jóvenes en el vomitorio que parecía dividirse en caminos contrapuestos: mientras una parte de la ‘corriente’ humana pretendía alcanzar la pista central y con ello la cercanía al DJ, otra corriente se esforzaba por salir de esa pista para alcanzar las plantas superiores o sencillamente salir del recinto, precisamente debido a la alta concentración de gente, ya que en la pista central apenas había movilidad.

La oposición entre Marte y Júpiter representa muy gráficamente la confrontación, falta de acuerdo, ‘oposición’ de fuerzas, de voluntades, en dos signos que representan caminos o trayectos dobles (Sagitario y Géminis). Al mismo tiempo, puede resultar peligroso, como es el caso de esta carta, que Marte entre en contacto con Júpiter. Este planeta, en esencia, es el principio expansivo, generalmente benéfico. Pero el Júpiter de esta carta se halla en unas condiciones especialmente penosas: está retrógrado, exiliado y es planeta diurno en carta nocturna. Júpiter, el gran benéfico, transforma aquí su fe y optimismo en imprudencia, en la ceguera ante los problemas, en la confianza absoluta que conduce al desastre. Así, este Marte que ya no se encuentra bien colocado en Sagitario, porque un signo de Fuego acentúa sus cualidades extremas, por su contacto tenso con Júpiter ‘crece’, traspasa los límites admisibles y con ello aumenta su impaciencia natural, la incapacidad para ceder, tendencia a imponerse que puede llegar a la agresión. Nadie sujeta ni suaviza a Marte: Saturno, el planeta de los límites, se halla combusto (oculto: ¿dónde están los responsables?) y en el signo contiguo al de Marte, así que no lo alcanza porque no lo ‘ve’. Saturno, desde su posición en Escorpio, tampoco ‘ve’ al desenfrenado Júpiter en Géminis, tan necesitado esa noche de freno saturnino: prevención, temor o al menos un ‘jarro de agua fría’. Por supuesto, aquella noche tampoco hubo límites para la fiesta (Júpiter): a pesar de las víctimas mortales, la celebración no fue interrumpida y siguió hasta aproximadamente la hora prevista, lo que se ha justificado como medida para evitar el pánico.

El resultado fue la muerte de cuatro chicas, “asfixiadas por compresión torácica“. Géminis, signo donde se halla Júpiter, es el asociado a la región del abdomen donde se alojan los pulmones, los que también rige. Así, Júpiter, retrógrado y exiliado en ese signo, recibe una oposición mortífera de Marte con el resultado conocido. Mercurio, regente de Géminis, tampoco puede ayudar: se halla a su vez exiliado en Sagitario (recepción mutua negativa con Júpiter) y lento, a seis días de su retrogradación. Esta ‘lentitud’ se presenta problemática, por cuanto Mercurio es regente del Ascendente, está en la III (caminos) y es regente natural de la juventud. En sentido literal, sería como decir que están en mayor peligro los jóvenes más lentos, menos rápidos.

A las 3:33 h., el eje del Medio Cielo-Bajo Cielo está en los grados que Charles Carter recoge como de crimen u homicidio. La imputación recibida por algunos de los implicados en el caso –por el momento– es precisamente el delito de ‘homicidio imprudente’, imprudencia a la que aludían tanto Marte como Júpiter.

La carta del inicio de la fiesta

Supuestamente, como he mencionado antes, la fiesta comenzaba sobre las 23 h. No he podido encontrar otra constatación que la del permiso que la empresa solicitó al Ayuntamiento para celebrar el evento.

fiesta-de-halloween-en-el-madrid-arena Avalancha humana en el Madrid Arena: un callejón sin salida

La carta de las 23 h. representa algún que otro peligro escondido, como es tener la Luna, regente del Ascendente en Cáncer, situada a sólo un grado de la posición del eclipse solar previo en 0º 20′ de Géminis, que supondría un grado crítico. Este signo tiene analogía con la función pulmonar, como he expuesto antes, pero también representa el proceso de aprendizaje e integración en el entorno inmediato, por lo que se corresponde con la etapa de la adolescencia y primera juventud. Esta Luna refleja muy bien a quién iba destinada la fiesta: mayoritariamente a gente muy joven. Tanto, que se ha sabido que contraviniendo la normativa, participó en la fiesta un buen número de menores, condición de una de las víctimas mortales.

El Sol de la carta se encuentra en el V signo, cerca de la cúspide de esa casa: es el sector asociado a las fiestas, al entretenimiento. En Escorpio (muerte), define muy bien una fiesta de Halloween. La IV Casa, donde se halla el Sol, alude a la relevancia que adquirirá el inmueble donde se celebra la fiesta, a raíz de las muertes (Sol conjunto a Saturno, regente de la VIII). Las investigaciones resultantes ponen el foco en si el recinto era adecuado o no o si cumplía la normativa requerida en eventos de esas características.

Tanto la Luna en Géminis como Júpiter en el mismo signo son almútenes del Ascendente, es decir, que tienen dominio conjunto sobre ese grado. Ambos están situados en la Casa XI, la de los grupos, que para Júpiter es además la de su ‘gozo’ (muy apropiado para una fiesta), señalando la aglomeración de gente (la ‘abundancia’ de Júpiter, esta vez sin mesura por hallarse indigno) y al mismo tiempo, que a esta fiesta acudieron grupos de amigos, pandillas, parejas, como fue el caso de las víctimas.

La situación de estos planetas en la positiva Casa XI también es algo tramposa, puesto que Géminis no es el XI signo sino el XII, sector asociado a aislamiento, prisión, encierro. Eso es precisamente lo que la fiesta (Júpiter) devino para las víctimas y para los que sufrieron las avalanchas y apelotonamientos pero pudieron escapar: una prisión, una ratonera, un callejón (Géminis) sin salida (XII signo). Por otro lado, es cierto que todo pudo ser peor todavía y, para la gravedad de los incidentes que se desarrollaron y el exceso de público, el número de víctimas es relativamente bajo.

Preocupante es que la carta del inicio oficial de la fiesta no tiene ningún planeta o ángulo en signo de Tierra, lo que abunda en la falta de planificación, previsión, formalidad y rigor que se asocian a este elemento, muy necesarios para llevar a cabo con todas las garantías un evento de ese tipo. Se dice que la Tierra proporciona una naturaleza temerosa: aquí se demuestra el beneficio que, con moderación, aporta anticipar los males. Saturno, el planeta que podría compensar esta falta de Tierra aportando ‘temor’, límites y sensatez está peregrino en Escorpio, desubicado por ser planeta diurno en carta nocturna y combusto por su cercanía al Sol, es decir, ‘oculto’ tras la luz del astro. ¿Quién es ese Sol, que ‘tapa’ a Saturno? El regente de la Casa II, la del dinero.

Llamativo también que esta carta tiene la Casa VIII (muerte) en Acuario (grupo), signo regido por Saturno (que ya hemos visto que está junto al Sol-dinero). El signo de Acuario haría aquí una alusión a la muerte en grupo. Saturno tiene analogía con el aplastamiento porque es el regente de lo denso y ‘pesado’ y análogo por ello al plomo. Marte, dispositor de Saturno, es quien enlaza estas disposiciones con Júpiter en Géminis (pulmones) por oposición.

Pido disculpas si a alguien le molesta la analogía que voy a establecer a continuación: el Sol conjunto a Saturno pone el foco en Escorpio, signo que representa la ‘evacuación’ fisiológica, que tiene su reflejo en otro plano de realidad en el que llevaríamos la analogía del cuerpo humano al edificio, con sus entradas y salidas: falló precisamente la circulación o evacuación del público, proceso en el cual se produjeron las muertes (Saturno regente de VIII).

La Luna (público) en Géminis resalta la presencia femenina, se opone al débil Mercurio, su dispositor exiliado, y lanza un trígono a Venus, que está muy digna en Libra y por lo tanto, debería estar fuerte. Resulta paradójico que las fallecidas son todas chicas jóvenes, que tienen analogía con Venus y especialmente con éste: las víctimas eran jóvenes, bonitas, muy apreciadas, muy queridas.

Si la dignidad esencial de Venus es en principio, buena, veamos cómo está su condición ‘accidental’. Resulta llamativo que en esta carta, Venus está junto al Bajo Cielo, es decir, en la parte más baja de la carta o, podríamos decir, también, debajo del todo. Resulta curioso también que, a pesar del dominio por domicilio de Venus en Libra, en el grado que ocupa Venus hay otro planeta que acumula por ‘puntos’ más dignidades que el regente: se trata de Saturno, que ya hemos visto antes qué vinculaciones tiene. En principio, esto contraviene lo que se suele decir sobre el poder del planeta en domicilio, pero lo comento porque me parece digno de tener en cuenta, en ésta y en futuras ocasiones.

Otra condición que ‘rebaja’ la dignidad de Venus es su posición oriental o precedente en sentido diario respecto del Sol. Esta posición la deja inadecuadamente ‘expuesta’ y merma su capacidad benéfica’, a lo que hay que añadir un punto muy relevante que también tiene que ver con su relación con el Sol, punto fundamental de toda carta: Venus está en el signo de caída del Sol y éste a su vez se halla en el signo de exilio de Venus. Tenemos pues aquí una recepción mutua bastante negativa en la que sale perdiendo el planeta más vulnerable: Venus.

Venus recibe el trígono de la Luna y el sextil de Mercurio: esas conexiones representan la solidaridad que se desplegó entre los mismos jóvenes que sufrieron el embotellamiento, estando muchos de ellos en peligro y sin embargo, atentos a ayudar en todo lo posible, tanto para rescatar a quienes se quedaban atrapados como para tratar de reanimar a las víctimas. No cabe duda de que esa generosidad contribuyó a salvar vidas.

Venus también tiene regencia sobre la Casa IV, es decir, el edificio donde tuvo lugar la fiesta, el pabellón multifuncional del Madrid Arena. La dignidad esencial de Venus me sugiere en principio que el edificio es bello (tiene forma circular, ‘femenina’) y funcional, pero la mala recepción que he mencionado antes con el Sol en el V signo (evento de diversión, placer) representa que no es el lugar adecuado para esa fiesta de Halloween (Escorpio es la caída de Venus) o que no está bien gestionado por las autoridades (Sol). A esto también alude la oposición que recibe Venus de Urano desde el MC (equipo gestor que se precipita o improvisa) y la cuadratura desde Plutón en VI (deficiencias de las instalaciones o los servicios, también servicios médicos y personal subalterno). En este sentido, el Marte de esta carta (del que ya hemos visto qué función cumple en la de los sucesos) se halla al final de la Casa V, en el V signo. Marte aquí parece representar una función irregular de los miembros del equipo de seguridad, cumpliendo un papel involuntariamente nefasto en el desenlace de los acontecimientos. ¿Había empleados extranjeros? (Marte está en Sagitario) No quiero que se me malinterprete en este punto. Marte rige el MC, con lo que la carta deja claro que si Marte tiene una función dañina o deficiente, ello deriva del equipo organizador.

Comento aquí algo relacionado también con la carta de las 3:33 h. Desde las 23 h., con Marte en la V casa y el Bajo Cielo en 7º de Libra, es el transcurso del tiempo lo que hace avanzar los ángulos hasta el momento en que el eje del Medio Cielo-Bajo Cielo se encuentra con la oposición Marte-Júpiter, el momento probable del suceso con resultado de muerte. Es decir, en el momento en que los ángulos alcanzan esos planetas problemáticos, se manifiesta en el plano material la carga negativa de dichos planetas.

Finalmente, quería mencionar las malas condiciones de la Casa IX de la carta del inicio de la fiesta. Esta casa, asociada a la Ley, a la ética y la moralidad, se halla en Piscis y su regente, Júpiter, es el gran benéfico tradicional convertido aquí en un elemento peligroso por lo que he mencionado ya: por la retrogradación, por hallarse en el signo de su exilio (empeorada por estar Mercurio también exiliado, ambos en recepción mutua), por estar en el XII signo y por su oposición con Marte. A la vista de esta casa queda bastante claro que sí ha habido, como poco, falta de ética, irresponsabilidad e imprudencia, de lo que se deduce irregularidades y muy seguramente, infracción de la ley. Lo que también es deducible es que con el planeta representante de la IX en tan malas condiciones, la carta del inicio de la fiesta augura problemas judiciales, de gravedad si las 23 h. es la hora correcta.

Podemos ver este evento desgraciado como un suceso más o como un síntoma de un codicioso modus operandi en el que se espera que la suerte cubra los agujeros en la profesionalidad y la formalidad. Y suele haber suerte, pero no se puede ganar siempre a la ruleta rusa.

Entre ceses en el Ayuntamiento de Madrid y algunos primeros imputados, arrancó este martes la comisión de investigación del mismo Ayuntamiento. Se trata de la primera crisis seria para la alcaldesa Ana Botella desde que alcanzó el puesto. Esperemos que la debilidad de Júpiter no empañe las investigaciones ni el proceso judicial iniciado ya, porque, francamente, el planeta de la Ley no ‘promete’ en esta carta que se vaya a hacer justicia.

Escorpio

A estas alturas del mes, a punto de entrar en el signo de Sagitario, hemos hecho ya una incursión bastante clarificadora a los territorios subterráneos de Escorpio… Y es que no es un signo fácil. Todos hemos escuchado algo sobre su ‘mala fama’… ¿Merecida? Busquemos una explicación desde el origen de su simbología.

Las antiguas estaciones tradicionales se producen en el transcurso del Sol por la mitad de los signos fijos y no en el inicio de los cardinales (solsticios y equinoccios), tal y como está establecido hoy en día por convención astronómica.

samhain1 Escorpio

En los días en que el Sol recorre la zona media del signo fijo de Escorpio, alrededor de lo que es ahora el 6 de noviembre, los antiguos celtas celebraban Samhain, la entrada en la estación invernal justo después de recoger las cosechas. Es el invierno la fase anual que parece guardar una mayor analogía con la finitud, el final de un ciclo, pero de la misma manera, en la rueda de la vida, al fin le sigue inmediatamente el nuevo inicio. Se dice que para los celtas, Samhain suponía el inicio del año, puesto que todo comienzo se ve favorecido por la quietud, la oscuridad y el silencio.

Las festividades relacionadas con los ciclos solares se celebraron durante siglos y sólo el cristianismo detuvo su expresión, frecuentemente a base de ‘asimilarlas’ al calendario cristiano. Samhain y su simbolismo de muerte -a la espera de renacer- fue ‘reciclada’ en la festividad de Todos los Santos. El famoso Halloween norteamericano, heredado de los colonos ‘celtas’, celebra la víspera de ese día, cuya denominación es una abreviatura de the Eve of All Hallows o también All Hallows’ Evening. El Halloween actual es una versión más comercial o festiva de nuestra ‘Todos los Santos’, bastante más solemne y nostálgica, pero aunque cada una lo haga a su manera, ambas conmemoraciones comparten el recordatorio de la mortalidad humana. Creo que Halloween representa la necesidad de desmitificar la muerte’, de caricaturizarla para convertir el miedo que produce en algo asimilable y llevadero, incluso divertido. Otra conmemoración notable y semejante y en fecha muy cercana, el 2 de noviembre, es la mexicana del Día de los Muertos.

Pero volvamos al antiguo invierno pre cristiano. Los campos vacíos de cultivos, las hojas caducas de los árboles, el retiro gradual de los animales y en general, una naturaleza que se iba ‘ausentando’  para poder volver a emerger más adelante, en una época solar más favorable, propició la asociación de la decadencia, la desintegración y la muerte a esta fase solar que son los aproximadamente 30 días en que el Sol recorre Escorpio. En la época en que moría la naturaleza, los seres humanos, como integrantes de esa naturaleza, recordaban a sus fallecidos e intuían su ‘regreso’, porque en la oscuridad creciente los límites entre su mundo y el de los muertos se atenuaban.

rev06-1-1 Escorpio

De la misma simbología agrícola surge un elemento que ha devenido emblema de muerte: durante muchísimo tiempo y hasta hace relativamente poco, una de las principales herramientas de la siega ha sido la guadaña. He de reconocer que siento un escalofrío en las escasas ocasiones en que, haciendo frívolo turismo rural, veo una de cerca. La fuerza de su evocación sigue intacta. La figura esquelética o quizá cubierta con un hábito oscuro que no deja ver el rostro, que porta una guadaña, y que se implica también con otro signo agrícola invernal, Capricornio (ya lo abordaremos en su momento) es símbolo de la consciencia humana de la finitud de la vida y su recordatorio (‘memento mori’), uno de los pocos elementos que nos diferencia verdaderamente de los seres vivos de otras especies, es decir, que la consciencia de la muerte nos hace humanos. A partir de aquí, la simbolización, la búsqueda de lo sagrado y de trascendencia son pilares fundamentales de la cultura humana.

Pero, ¿serían estas atribuciones de invierno o de muerte válidas en el hemisferio sur del planeta, si al mes de Escorpio allí le corresponde el inicio de la primavera convencional o del verano tradicional? Sí, ateniéndonos al Zodíaco tropical, que es el que se emplea en la Astrología occidental (la hindú, por ejemplo, emplea el sideral). Para el zodíaco tropical, indistintamente de si el 0º de Aries señala el inicio de la primavera o del otoño (que no olvidemos que esa atribución es una convención), Escorpio siempre será el octavo sector desde el grado inicial en Aries, sector ‘desconectado’ del primer sector o signo y, por lo tanto, zona de ‘desconexión’, es decir, de ‘muerte’.

Así que no hemos empezado demasiado bien y no sé a estas alturas si lo voy a poder remediar… Escorpio es un signo asociado esencialmente a la muerte, pero hay que matizar esto. En una vida se experimentan, además de la definitiva, otras muchas ‘muertes’ que sobrevienen a través de crisis y pérdidas y suelen solucionarse en forma de transformaciones vitales semejantes a ‘renacimientos’. Ante la angustia de la pérdida (de un ser querido, de la situación, de una relación, de la salud…) , las emociones se intensifican, se extreman y también crece el afán de control, bien o mal dirigido. Después de cada una de esas crisis, de esas ‘muertes’, la persona sigue viva, pero probablemente ya no será la misma. Ha ‘resucitado’ o ‘renacido’, que es como volver a la luz tras una etapa de descenso y tránsito por un infierno particular.

Escorpio es un signo de Agua, es decir, de emociones, que pueden ser extremas por la asociación del signo al planeta Marte, que es maléfico precisamente por su falta de moderación (una buena carta puede moderarlo y volverlo muy constructivo). Si el elemento Agua es Frío y Húmedo, es decir, introvertido y adaptable o empático, la sequedad extrema de Marte puede perjudicar la empatía del signo, haciéndolo más dominante. Este dominio escorpiano se manifiesta normalmente de manera más bien Fría, es decir, de forma poco explícita, abierta o directa. Si no cumple su objetivo, la frustración escorpiana ante lo que se entiende como derrota es silenciosa, hermética, esotérica… Resumiendo, Escorpio tiende a ‘mandar’ y suele hacerlo de forma algo indirecta o desde la manipulación, o sea, manejando los hilos entre bambalinas y, que quede claro, esto no excluye en absoluto las buenas intenciones por un buen fin de una carta escorpiana bien dispuesta. Hablo sólo de un modus operandi, de una manera de hacer asignada a un signo zodiacal, no a una persona completa y compleja.

Hablando de emociones, a Escorpio se le asocia cierto extremismo, así como los celos, la envidia o el resentimiento que puede llegar a la venganza, cuya negatividad depende también del extremo que alcancen, que en Escorpio puede ser alto, pero son emociones que se originan precisamente en el miedo a la pérdida o en la ‘certeza’ de haber perdido. Si Escorpio tiene la confianza y autoestima suficiente, es capaz de ver las cosas con la perspectiva adecuada para no situarse en la ‘derrota’ ni interpretar la voluntad diferente de la suya como un ataque, con lo que estas emociones que he mencionado es probable que no hagan su aparición. Lo que sí que creo que Escorpio, en cualquiera de sus versiones, no podría perdonar nunca serían la tibieza, la indiferencia, las medias tintas y la superficialidad.

¿Qué forma cobran las energías escorpianas en el mundo? ¿Cómo se materializan?

Quienes tengan Escorpio destacado en sus cartas por ser la ubicación de importantes planetas personales o ángulos, conocen de cerca estas crisis y las emociones aparejadas y saben que la vida les pide de vez en cuando comenzar ‘de cero’. Es posible también que hayan de realizar el rol de acompañantes de otras personas que atraviesan sus propias crisis emocionales y vitales, sus propios ‘descensos’. A todo esto, Escorpio está regido por el planeta Marte, el tradicional maléfico menor, lo que explica en parte la conflictividad del signo y su asociación ya sea con la franqueza brutal desprovista de todo tacto que emerge en ocasiones hasta la agresión con objetos punzantes o cortantes, pero esto cobra diversos aspectos que puedo sintetizar en el arco que inicio en lo inocuo y que va desde el mero ‘piercing’, pasando por las tijeras jardineras de poda y el bisturí hasta el arma blanca.

800px-xarel-lo_el_penedes_posta_de_sol Escorpio

‘Es un trabajo sucio y alguien tiene que hacerlo’. Tal y como hacen los jardineros en la escorpiana época de la poda, cuando cortar algunas ramas concentra las fuerzas del árbol o como los cirujanos ante las proliferaciones malignas, Escorpio es el signo que sabe ‘cortar por lo sano’, excluir del cuerpo individual las emociones o partes del cuerpo débiles, dañadas, inservibles o dañinas para la supervivencia de la persona. Así, en un sentido muy positivo y constructivo, Escorpio es un signo destacado en cartas de psiquiatras y psicoterapeutas, criminólog@s, médicos forenses, cirujan@s, personal sanitario asignado a unidades críticas como UCIs, entre otras profesiones o actividades que se dirijan a intervenir benéficamente y de manera necesaria en las vidas ajenas cuando éstas hagan su ‘descenso’ escorpiano y en esto yo también incluiría el ‘coaching’ o consultoría esotérica. Clarificar qué sirve y qué no sirve ni servirá nunca más, qué cosas, emociones o personas debemos despedir definitivamente de nuestras vidas y hacer un duelo por ellas, es una de las fundamentales tareas escorpianas. El humilde pero relevante trabajo que realizan los basureros de retirar los residuos que produce la vida cotidiana, sirve también a esta función, aunque en otro plano.

Por otro lado y en un sentido muy negativo, Escorpio, en vez de auxiliador en el tránsito por el abismo, puede colaborar o arrastrar hacia él, convirtiéndose él mismo en agente de crisis e incluso muerte; es el caso de mafiosos, asesinos, representantes de ideologías militaristas extremas y de cualquier fuerza coercitiva que actúa con cierto encubrimiento, que suele surgir de las zonas más oscuras de la sociedad (y zonas ‘oscuras’ las hay en todos los estratos…).

Otra analogía relevante es que Escorpio, como octavo signo, opuesto al segundo signo (Tauro) de los recursos materiales propios, está asociado a los recursos materiales ajenos o compartidos o también la pérdida o falta de los propios, es decir, los préstamos (dinero ‘de otros’) y las deudas. Estos tiempos están dejando patente la crisis vital y el infierno resultante de una deuda económica excesiva, que incluso puede llevar a la muerte por pura desesperación. Estirando la analogía escorpiana, se ha dicho -y hay variadas opiniones al respecto- que la deuda bancaria es un instrumento de sometimiento, tanto de personas como de pueblos y ese sometimiento se realiza como he comentado antes, de manera ‘encubierta’, disfrazado la precariedad de oportunidad y crecimiento. La buena noticia es que Escorpio, como octavo signo opuesto al segundo de los valores, también implica lo que los desafía, así que quizá, para sobrevivir hay que aprender a transformarlos, a cambiar la ‘vara de medir’, indagar y encontrar valor donde no pensábamos antes que lo hubiese.

Escorpio, como signo de Agua, ‘desciende’ y se filtra en el suelo, alcanzando mediante este recorrido zonas muy profundas a las que no llega la luz. Este simbolismo nos lleva a la gran capacidad de penetración del signo en cualquier asunto, lo que hace de él un excelente investigador que no teme lidiar con los aspectos sórdidos de la vida y que tendrá la determinación necesaria (signo fijo) para llegar hasta la última capa de significado. Y es que Escorpio suele interrogarse acerca de las motivaciones aparentes de todo acto o actitud, las cuestiona, las desafía; inconformista, las desecha en busca de la verdad que, frecuentemente, estaba oculta. En analogía con todo esto, Escorpio también se siente atraído por la esfera esotérica, tanto por el componente misterioso como por lo poco convencional de sus planteamientos.

En un sentido bastante más cotidiano, Escorpio tiende a vivir intensamente sus vicisitudes y como signo de Agua es muy consciente de sus emociones, pero no es tan el-roto_escorpic3b3n-escorpio-dolor-que-os-causo Escorpioconsciente, quizá, del efecto que causa a su alrededor. El famoso ‘aguijón’ del escorpión es ese objeto punzante, tan de Marte, que acaba lastimando a alguien precisamente por cercano, aunque sea ‘sin querer’. A diferencia del otro signo marciano, Aries, que es muy individualista y al que le viene muy bien de vez en cuando la soledad para ponerse ‘en orden’, Escorpio necesita a los demás, ya sea como espejos o como catalizadores, para atravesar las crisis propias y hacer la depuración emocional necesaria. Así, quien queda dentro del radio de acción puede salir ‘aguijoneado’. Cuando Escorpio emerge del invierno de su crisis, renovado, escucha de repente unos débiles gemidos y se da cuenta (en el mejor de los casos) que tiene a su alrededor algunas víctimas, ‘daños colaterales’ que ha de asumir para poder reconstruir sus relaciones personales… si quiere, claro.

Tras superar una de tantas ‘muertes’, una vez hecho el duelo por lo que hemos perdido, descubrimos que nos sentimos ‘otros’, que el mundo ya no es igual y que, contra todo pronóstico, somos más fuertes. En definitiva, Escorpio expresa la gran paradoja de que la vida se amplifica, se intensifica ante la sacudida de la muerte, que es casi lo mismo que decir ‘ante el miedo‘. Ahí radica la atracción por el lado oscuro que representa Escorpio y también su asociación con el sexo y el erotismo, una fuerte y física manifestación de vida.

Es un signo que, de la ‘oscuridad’, de lo sórdido y terrorífico, ha extraído para la humanidad maravillas como la literatura del miedo, que explora la fecundidad de la imaginación cuando se queda a oscuras o la novela y el cine negro, ese recorrido por las alcantarillas de la sociedad, siempre más cercanas de lo que creemos. ¿Cuántas series de televisión tratan de asesinatos y sus correspondientes investigaciones policiales y forenses? Ante el infierno que viven los protagonistas de ‘The Walking Dead’, ¿los problemas cotidianos no parecen menores? ¿Qué mejor que la ficción para acercarnos al intenso mundo escorpiano de la manera más inocua?

James Bond parece ser un arquetipo escorpiano devenido agente secreto gubernamental, con licencia para matar (Escorpio), que actúa indistintamente a ambos lados de la frontera de la legalidad y en operaciones encubiertas, desenvueltas

ecce0__83369-620-282 Escorpio
Skyfall

entre un público inocente que nunca sabe de dónde y por qué vienen los tiros (las típicas víctimas colaterales), fríamente agresivo, muy reservado en lo personal, persistente, arriesgado, implacable. Se ha celebrado recientemente el 50 aniversario del estreno de la primera película de la serie, el día 5 de octubre de 1962, con Neptuno, planeta de la evasión y de lo ilusorio y por lo tanto, muy ligado al cine y al entretenimiento de masas, en Escorpio y en grados Avatar, siempre señalados cuando se trata de la emergencia de iconos de gran alcance. El Sol se hallaba en Libra, que no olvidemos que un estreno cinematográfico es un acontecimiento artístico y sobre todo social, pero además, el ‘uniforme’ de Bond es antes el elegante esmoquin que  el traje de camuflaje manchado de barro. Aún así, Venus, regente de Libra y dispositor del Sol, se hallaba en Escorpio aquel día de hace 50 años, y es que una de las bazas de la serie de películas es la sensualidad y el erotismo que destilan. No cabe duda de la relevancia de esa fecha para la cultura popular: ese mismo día los Beatles lanzaron su primer single.

Al inconsciente colectivo no se le puede engañar, así que esta ‘franquicia’ cinematográfica cosecha sus mayores éxitos de crítica y público cuanto mejor representa el modus operandi escorpiano; los guiones parece que siguen un patrón modélico, en este sentido. Como Escorpio es el exilio de Venus y la caída de la Luna (ambos planetas, arquetipos femeninos por excelencia, ‘sufren’ en este signo), no suele faltar la femme fatale en cada entrega, que suele acabar ídem; por otro lado, cualquier mujer objeto de deseo o peor, de verdadero afecto por parte de Bond, probablemente muera.

Termino el post con un ejemplar fragmento de diálogo de la 23ª película estrenada en este 50 aniversario, Skyfall, de una escena en la que James Bond ha caído prisionero del malvado de la película, Silva:

Bond: – Todo el mundo tiene un hobby.

Silva: – Y, ¿cuál es el tuyo?

Bond: – Resucitar.