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Virgo

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Quedan todavía tres semanas para que termine el verano, pero con el Sol en Virgo parece que resulta fácil ir anticipando el otoño. Virgo se extiende en su mayor parte en el mes de septiembre, cuando según la organización actual del calendario se vuelve al trabajo o a la escuela tras las vacaciones. De la misma forma, en el mundo rural los cultivos han crecido ya -en sentido ascendente, como el Fuego de Leo, el signo que le precede- al máximo y se procede a su cosecha. Es verano, pero todo indica que un proceso de cambio ha comenzado.

Esta idea nos introduce en una descripción esencial de Virgo: es uno de los cuatro signos dobles o mutables, los que situados al final de cada estación actúan de enlace o puente a la siguiente. Son signos que mantienen cualidades propias de su estación pero al mismo tiempo contienen elementos climatológicos que anticipan la venidera; a menudo, el tiempo es inestable, cambiante. A estos signos «puente» se los llama mutables o dobles, apelativos que describen tanto su naturaleza algo variable y energía inconstante como su dualidad. El signo mutable alterna entre la energía cardinal y la fija, entre iniciar y emprender o mantener lo ya conseguido, quedando a veces dubitativo entre ambas, lo que puede llevarle a momentos de bloqueo o indecisión.

Si los signos mutables frecuentemente ejercen de «intermediarios» de otros signos más impositivos (cardinales) o determinados (fijos), ¿cómo se manifiesta esta tendencia en un signo de Tierra, como es el caso de Virgo?

Si a la disposición mutable unimos la materialidad y pragmatismo de la Tierra, elemento compuesto por las cualidades primitivas de Frío y Sequedad, tenemos que la motivación fundamental del signo de Virgo es ejercer de «intermediario» en los temas materiales (Tierra), es decir, «asistir» en los asuntos contingentes y prosaicos. Esto nos lleva a la descripción esencial y habitual del signo, del que se dice que es de «servicio a los demás». Mercurio, su planeta regente, parece un acompañante del Sol puesto que nunca se separa más de 28º de él. Así, Virgo, signo contiguo a Leo (regido por el Sol), es el asociado al servicio y al secretariado, en analogía al empleado que «atiende» al jefe. Tras la vistosidad de Leo, orgulloso de mostrarse y manifestarse, Virgo, signo «femenino», tiende a la discreción y a cierta timidez, presentando generalmente una apariencia pulcra, sencilla, sobria; en este sentido, sin ser exhibicionista, sí resulta con frecuencia elegante, e incluso el cuerpo asociado a Virgo tiende a ser armónico, proporcionado.

Atendiendo a las cualidades primitivas que lo conforman, Virgo es un signo seco y frío, más lo primero que lo segundo. A diferencia de Géminis (otro signo mutable también regido por Mercurio), que es cálido y húmedo, aquí la sequedad dificulta la colaboración y la adaptabilidad a los demás, pero en vez de dominar o dirigir, la cualidad fría hace que prefiera trabajar a solas, a su aire o en un segundo plano. ¿Cómo encaja el signo la falta de ductilidad con la cualidad mutable (ser un enlace, un puente, un asistente)? Pues a veces de manera problemática, con cierta frustración y nervios, desplegando una tensión que le dificulta relajarse cuando no puede controlar (Sequedad) la situación. Virgo quiere ofrecer su trabajo (servicio) a los demás (signos), haya sido requerido o no, pero «a su manera»… Su forma de organizar el día, de ordenar la habitación o de redactar ese texto es «la mejor» y le resulta ilógico que otros no lo vean así, puesto que encima es por su «bien». También Virgo puede llegar a irritar con su incesante laboriosidad o incluso por su actitud servil (dependiendo de los casos). De todos modos, Virgo disfruta sintiéndose eficaz y útil, de cara a sí mismo y sobre todo en relación a los demás.

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Pero Virgo es mucho más.

Siguiendo con las cualidades primitivas, la sequedad del signo y del planeta regente simboliza el proceso de  disección de la realidad en partes, en pequeñas piezas ordenadas y analizables, facilitando su entendimiento, manejo o asimilación. Esto queda manifestado en diversas vertientes:

  • Virgo suele ser un signo de inteligencia, siendo muy importante el amor por el aprendizaje, la capacidad de discriminación y el sentido crítico. De esta manera, el signo destaca frecuentemente en la profesión de escritor/a, además de por las cualidades mencionadas, por la disciplina y afán de perfección que le lleva a revisar una y otra vez lo escrito para «pulir» el texto. La docencia también es típica.
  • Virgo representa lo pequeño, minúsculo: simboliza los trabajos minuciosos también en la esfera científica como la química y el trabajo de laboratorio (labor que requiere una gran pulcritud e higiene) o en el ámbito técnico y lógico de la inteligencia artificial y la informática, que en el proceso de su desarrollo a lo largo de las últimas décadas, ha experimentado la constante disminución del tamaño de sus instrumentos hasta convertirse en móviles o altamente «portables», lo que los consolida en la comunicación (Mercurio) humana del siglo XXI.
  • El proceso de asimilación de los nutrientes a través del intestino delgado, órgano regido por Virgo, una vez descompuesto el alimento y clasificados sus componentes, quedando descartados los inservibles. Del intestino se dice que contiene células neuronales (Mercurio), por lo que constituiría otra especie de «cerebro». El proceso es completamente análogo al del aprendizaje, que consiste en la asimilación de conocimiento válido. En este sentido, cuando hay problemas con los intestinos cabe preguntarse, en otro plano, qué vivencia no se está asimilando bien o si se está fallando con el proceso de descarte de lo inservible en nuestra vida.
  • La planificación de los horarios y el sometimiento a la rutina diaria, ya sea laboral, higiénica o alimentaria. Mediante las rutinas que tan aburridas nos parecen, se consigue, con la repetición de las acciones, automatizar lo que en un principio son actos conscientes o por lo menos convertirlos en hábitos; de esta manera, se evita tener que decidir cada pequeña acción con el consiguiente «ahorro» de energía mental y anímica, que redunda en el aumento de la «eficacia», tan preciada para Virgo. Por ejemplo, ya no tengo que decidir lavarme los dientes después de cada comida: sencillamente lo hago.
  • La higiene, la pulcritud y el orden son elementos esenciales en Virgo. Ordenar, clasificar los objetos, las ideas (incluso las emociones), hace que sean más manejables y accesibles cuando se las necesita. De la misma manera, la alimentación tiende a ser cuidadosa y frugal, porque Virgo tiene un sentido especial para conectar con lo que el cuerpo verdaderamente necesita y descartar lo superfluo, lo tóxico, como en el proceso intestinal inconsciente. Por eso Virgo está asociado también a las dietas que, con una disposición anímica saludable pueden ser muy beneficiosas pero, en un sentido negativo, suponen una forma de «control» sobre el mundo propio (el cuerpo) cuando no se dispone de otra.

En Astrología mundana, Virgo rige el funcionariado, el trabajo administrativo, las relaciones laborales (sindicatos), la clase trabajadora, las profesiones o sectores relacionados con la salud, nutrición e higiene así como las ya apuntadas en los campos informático, científico y creativo (escritura). Virgo también rige las manos y está asociado al trabajo con ellas (como en la escritura): por un lado, puede significar que se realiza un trabajo obrero o de precisión; en otra vertiente, las tareas artesanas o artísticas requieren también destreza manual.

De Virgo hay mucho que aprender: su gran capacidad de trabajo, sentido de la organización, la disciplina en las rutinas y sobre todo de su habilidad para reducir un panorama amplio, que podría resultar abrumador, a fragmentos pequeños abordables. Así enfrentan las obligaciones, paso a paso, fase a fase, organizadamente, lo que resulta eficiente y tranquilizador siempre que no se caiga en la obsesión por las menudencias.

De hecho la atención al detalle junto con la sensibilidad sobre el propio cuerpo (cualidad de Frío: el foco es hacia el interior) puede que favorezca esa atención al más mínimo síntoma percibido. Virgo y su signo polar, Piscis, parecen ser los signos con más tendencia a la hipocondría del Zodíaco.

Y de nuevo, esa capacidad para resaltar el detalle que a otro le pasa desapercibido y al mismo tiempo, hacer una elaboración sobre ello, rebajando lo importante a la categoría de nimiedad, es una de las características del ingenio humorístico de Virgo. Como en Géminis, también regido por Mercurio, el sentido del humor es importante. Pero en Virgo es un humor menos benevolente, más agudo; la sequedad del signo no se preocupa tanto por simpatizar con el prójimo, lo que le facilita realizar un retrato más cáustico -incluso implacable- de la realidad.

Para acabar, quería decir que para mí, que no tengo ningún planeta personal en Virgo, no ha habido mayor manual sobre este signo que la compañía de algunos seres muy queridos. Muchas gracias y ¡Feliz Cumpleaños!

 

Nota: En este post he hablado exclusivamente del signo, dejando de lado el resto de consideraciones que hay que afrontar en el retrato completo (emocional, sobre todo), tan complejo, de cualquier persona.

Llega el solsticio pero, ¿comienza hoy el verano?

Hoy 21 de junio (a las 19:16:30 CEDT) llega el Sol a 0º Cáncer, momento conocido por convención astronómica como el inicio del verano.

Desde siempre he escuchado la extrañeza por ver decrecer las horas de luz precisamente a partir del inicio del verano. El criterio escogido para la determinación oficial de las estaciones es el de la temperatura, pero si nos atenemos al criterio lumínico (cantidad de luz), el día del solsticio de verano es el día de culminación de la radiación solar, es decir, cuando alcanza su pico más alto a partir del cual decrece, y por lo tanto debería ser el día de la mitad de la estación y no su inicio.

Bueno, pues esto ya está inventado. Los antiguos celtas celebraban el inicio del verano alrededor -las festividades duraban varios días- del 5 de mayo, festival que llamaban Beltane, así como Imbolc (primavera, alrededor del 4 de febrero), Lammas (otoño, alrededor del 5 de agosto) y Samhain (invierno, alrededor del 4 de noviembre). La primavera celta coincide con el nuevo año chino, celebrado este año el día 4 de febrero. Esta cultura también celebra las estaciones separadas de los solsticios y los equinoccios. En occidente quedan importantes vestigios, como la fiesta de la Candelaria a principios de febrero (por empezar precisamente a crecer la luz) y el famoso Halloween a principios de noviembre, que al final va a resultar más antiguo y europeo de lo que parecía… Por eso no debe extrañarnos que una conocida cadena nórdica de de-todo-para-el-hogar nos gratifique estos días con ofertas para celebrar la fiesta del verano, que ellos llaman elocuentemente Midsommar.

Estas llamadas ‘estaciones tradicionales’ comienzan al paso del Sol por los grados 15 de los signos fijos, que son los 45 días anteriores a los solsticios y equinoccios, justo los 45º que separa los grados 0º de los signos cardinales de los 15º de los fijos.

Dane Rudhyar llamó a los 15º de los signos fijos, grados Avatar, y son conocidos como grados críticos relacionados con el cruce de fuerzas individuales y colectivas. Es un tema apasionante objeto de mi ponencia en el pasado Congreso Ibérico de Astrología de Barcelona.