Ayer nos sacudía la noticia del fallecimiento del actor Robin Williams. El sentido de su muerte aparece más trágico de lo que cabría esperar por tratarse de un cómico y por los comunicados oficiales que apuntan a un suicidio por ahorcamiento. Lamento mucho su muerte y sobre todo su sufrimiento. Tenía un enorme talento para lo que más admiro: ser capaz de hacer reír a los demás.
La carta astral natal de Robin Williams muestra un predominio abrumador del elemento Agua, presente en los puntos principales: el signo Ascendente en Escorpio, el Sol en Cáncer y la Luna en Piscis. La Luna, que ya es de naturaleza fría y sobre todo húmeda, en Piscis es extremadamente sensible, soñadora, compasiva y sobre todo, muy vulnerable. Al ser dispositora del Sol en Cáncer, la marca pisciana alcanza también el Sol. Pero hay algo más en relación a la Luna: viene de la sizigia anterior al nacimiento, una Luna llena en Capricornio, signo muy triste para la luminaria. Creo que en muchos de los papeles cómicos de Williams asomaba parte de su propia melancolía.
Encontramos más agua en un planeta determinante: Marte, regente del Ascendente (apariencia, cuerpo físico, identidad en acción), está también en Cáncer, signo de su caída, mostrándonos una persona muy tímida, vulnerable e insegura, con la habitual ración de frustración que acarrea todo regente natal con pérdida de dignidad esencial.
Pero estamos hablando de una persona que ha alcanzado un gran éxito profesional y material en la vida. El Sol, director de la orquesta planetaria diurna, vincula Cáncer con la esfera mental superior (Casa IX), lo que representa una gran imaginación. Mercurio (comunicación, humor, el eterno adolescente) en Leo (escena, creatividad) angular en el Medio Cielo (profesión, proyección social) en trígono a Júpiter desde la Casa V del juego, la improvisación y la creación. Esta combinación de Mercurio en Fuego en trígono a Júpiter proporciona la verborrea y el estilo excesivo y muy particular que le hizo famoso. Mercurio también recibe un sextil de Neptuno facilitando el estrellato cinematográfico y una conjunción con Plutón, aportando un lado siniestro que también explotó en algunos personajes.
Júpiter también cuadra a Marte, el regente natal, estando ambos en recepción mutua mixta de domicilio exaltación. Es una cuadratura que ha vigorizado una carta que de otro modo habría sido quizá demasiado pasiva (enorme predominio de Agua). Pero Júpiter en Aries en la casa del riesgo puede llevar al nativo a ser extremadamente impulsivo, imprevisible e imprudente en su derroche de energía. Es esta cuadratura Júpiter-Marte la que recibe toda la cadena de disposiciones de la carta y ciertamente parece peligrosa. Parte también de este cuadro es Neptuno en la XII, que en cuadratura a Marte y oposición a Júpiter, debilita todo lo que éste aviva. Además, el trígono que recibe Marte de la Luna, además de contribuir a la compasión, en mi opinión también señala su tendencia a la adicción.
Con estos ropajes, observamos que Marte se halla al final de la Casa VIII, la de la muerte, lo que a priori ya puede ser un claro indicador de muerte no natural o incluso con cierta violencia (Marte), repentina (Marte conjunto a Urano), en el hogar (Marte en Cáncer) y que el nativo puede causarse él mismo la muerte (Marte regente del Ascendente). Marte se sitúa al final de su Casa VIII (muerte) y IX signo, relacionado con la esfera mental, lo que en mi opinión puede representar literalmente enfermedad mental, más tratándose de un maléfico (Marte) indigno (caída en Cáncer). Esta ubicación del regente natal también describe los internamientos hospitalarios.
Sin estos indicios en la carta astral natal, los tránsitos no habrían sido tan devastadores. Los más relevantes, el tránsito de Plutón (angustia -con base real o no, transformación inevitable) en oposición (amenaza) a su Marte natal, regente de su Ascendente, que además se halla conjunto a Urano. Los dos maléficos Marte y Saturno, recorriendo el Ascendente natal en Escorpio, el ángulo más importante para la vida, que queda encuadrado la víspera y el día del fallecimiento, justo en el letal punto medio de los dos planetas.
Pero por tremendos que sean los tránsitos, no se bastan para anunciar muerte. En progresiones secundarias encontramos, por ejemplo, un indicador alarmante: Marte progresado (que viene de la Casa VIII, la de la muerte), que representa al propio nativo, alcanzando por conjunción el Mercurio natal, regente de la misma casa de la muerte y regente también del término del Ascendente. El Sol Progresado hacía dos años que había rebasado la conjunción con el Saturno natal, reforzando la indicación de depresiones, tal y como se dice que había estado padeciendo en los últimos tiempos. Al mismo tiempo, la Luna progresada recorría la Casa VIII (muerte) natal.
Otro elemento que estoy incorporando en mi práctica, las fardarias: el actor había terminado el período de 12 años de la fardaria anterior en Júpiter y el 20 de julio de 2014, precisamente este verano, había entrado en la de Marte, que quedaba así como regente principal del nuevo período, lo que ha “cargado” el Marte de la natividad con todas sus indicaciones potenciales.
La carta de la revolución solar (RS) también resulta conflictiva, porque los tránsitos que he comentado antes (el cumpleaños estaba reciente) aquí se consolidan. Además, el regente del Ascendente de RS y el Sol se encuentran en la VIII (muerte), recibiendo el Sol (vitalidad) una cuadratura muy estrecha de Marte, que ya hemos visto que estaba señalado por la fardaria. Al mismo tiempo, Saturno de la RS se sitúa en la primera casa natal cuadrando la conjunción de Mercurio (VIII) con Plutón natales, favoreciendo la angustia (Plutón) y los pensamientos (Mercurio) tristes o devaluadores (Saturno).
La Luna llena del pasado domingo, que lleva la carga negativa de la cuadratura con Saturno en Escorpio, parece ser el detonante de todo este conjunto de elementos peligrosos para el actor. La oposición Sol-Luna en el grado 18º 02′ marca casi exactamente Plutón de la carta natal en 18º 49′, que no solamente se trata de Plutón (violencia oculta, tabú), sino que es un planeta maléfico que en esta carta está situado en el muy negativo punto medio natal Marte/Saturno.
El ahorcamiento (como daño en el cuello) puede estar indicado por alguna posición en Tauro o en la Casa II. Aunque Tauro se halla en la VII natal, que antiguamente también se vinculaba con la muerte, no encuentro indicios claros en la natividad, al menos tras una primera ojeada. La Luna de la RS sí se halla en Tauro y además en oposición a Saturno; esto sí apuntaría a daño en el cuello.
Por otra parte, el alcocoden (años de vida) natal parece ser Venus (derivado del híleg, Luna en Piscis). Venus es el regente de Tauro y está debilitado en Virgo, que así anticipa una vida “acortada”. Venus está en los dominios (Virgo) de Mercurio, que ya sabemos que es regente de la VIII (muerte). Me llama la atención que además Venus se encuentra en conjunción con una estrella maléfica, Zosma y en conjunción partil con el Nodo Sur, precisamente el nodo “sin cabeza”.
Si Robin Williams ha muerto a causa de “daño en el cuello”, también fue un daño en el cuello, esta vez una fractura, lo que provocó un gran sufrimiento y a la larga, muerte, a su gran amigo de la juventud y colega Christopher Reeve. Y vemos que Venus en caída y el nodo sin cabeza están en la X (profesión), XI signo (amistades). Aunque Venus es un símbolo femenino, habitualmente asociado a mujeres, puede ser apropiado para describir al muy bello Christopher Reeve, un refinado nativo solar de Libra (Venus). Además, el día del fallecimiento de Reeves, en 2004, la Luna y Venus transitaban Virgo, muy cerca del Venus natal de Williams; es más, si el Saturno natal del cómico se halla en la XI (amigos), en el fallecimiento de Reeve transitaba su Sol natal y en su propio fallecimiento transitaba su Ascendente. ¿Pudo ser aquella muerte un duelo no superado para Robin Williams?
Extraigo este texto de la Wikipedia, donde podemos ver la combinación de talento y humanidad que fue Robin Williams: “[Christopher] Reeve [hospitalizado tras el terrible accidente en el que quedó tetrapléjico] se sentía angustiado en la UCI, sobre todo cuando se quedaba solo durante la noche. Se acercaba la operación para conectar de nuevo el cráneo con la columna vertebral (junio de 1995): “era aterrador pensarlo… Yo ya sabía que tenía sólo una oportunidad de sobrevivir a la cirugía al cincuenta por ciento… Entonces, en un momento especialmente triste, la puerta se abrió de golpe y entró repentinamente un individuo en cuclillas con un gorro azul y una bata quirúrgica amarilla y gafas, hablando con un acento ruso “. El hombre anunció que era un proctólogo y que iba a realizar un examen rectal a Reeve. Era Robin Williams, repitiendo su personaje de la película Nueve Meses. Reeve escribió: “Por primera vez desde el accidente, me reí. Mi viejo amigo me había ayudado a saber que de alguna manera yo iba a estar bien.”.
Muy interesante. Y más me interesa porque tengo el mismo sol, luna y ascendente