Como era de esperar con la tensa Luna llena del pasado 10 de agosto en Acuario, estrechamente configurada con los maléficos, especialmente con Saturno en Escorpio y además estando en grados Avatar (gran impacto colectivo) tanto el maléfico como las luminarias, estamos asistiendo estos días -desde nuestros sofás, eso sí- a la proliferación de imágenes de violencia y desesperación en distintos escenarios del planeta (una Luna llena en Acuario intensifica las telecomunicaciones). Y digo imágenes porque eso es al fin y a cabo, lo que nos llega: información parcial y sesgada emitida por los medios de comunicación de todo el mundo que normalmente se ‘alimentan’ del material producido por unas pocas agencias. De todos modos podemos extraer conclusiones fiables: numerosas víctimas y mucho sufrimiento.
Recordemos que las Lunas llenas revelan, descubren o ponen de manifiesto asuntos que ya se han estado gestando con anterioridad, como si un gran foco se posara sobre lo que hasta el momento se encontraba en penumbra.
Así, en una noticia comentada en todos los medios el sábado 16 de agosto, la ONU ha declarado por primera vez en su historia el máximo nivel de emergencia humanitaria en cuatro países (Irak, Sudán del Sur, Siria y República Centroafricana), el conocido como Nivel 3 (la negrita es mía):
“No he visto nada de esta envergadura con anterioridad“, ha declarado el consejero de políticas humanitarias de Oxfam Estados Unidos, Noah Gottschalk, que ha especificado que “la comunidad humanitaria se enfrenta a uno de los peores momentos ya que se dan varias crisis de manera simultánea y todas ellas provocadas por el hombre”. (…) El pasado mes de junio el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, António Guterres, anunció que por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, el número de personas que piden asilo, refugiados y desplazados internos ha superado los 50 millones de personas.
Por otro, tenemos que también ayer sábado se intensificó la ofensiva estadounidense y kurda en el norte de Irak. Los agentes protagonistas de estas acciones han sido los potentes bombardeos efectuados por la aviación norteamericana, formada por cazas y drones. Ya sabéis que los drones son esos aviones sin tripulación, pilotados a distancia con total seguridad, con lo que las bajas sólo se producen en uno de los bandos, el que no dispone de presupuesto para drones. La acuariana guerra del siglo XXI.
Mientras, en Ferguson (Missouri) se están desencadenando unos protestas raciales que recuerdan los de los años 60, según algunos titulares.
Resulta muy llamativa la carta de la Luna llena para la población de Ferguson, sacudida por el homicidio de un joven negro desarmado, el sábado 9, a manos de un policía probablemente blanco, seguido por las primeras protestas el domingo 10. La oposición Luna-Sol (Luna llena) se encuentra exactamente sobre el eje vertical Medio Cielo – Bajo Cielo, mientras que Marte (violencia) y Saturno (duelo, tristeza, represión) se hallan sobre el Ascendente, ángulo que queda encuadrado y situado en el punto medio de los dos maléficos.
En el Bajo Cielo, la Luna, que representa a la gente indiferenciada, el público, que en Acuario rechaza las jerarquías y aquí se opone además a la autoridad oficial en el Medio Cielo. Acuario también es el signo de las redes sociales, que permite extender y globalizar cualquier tendencia.
También se halla esta sizigia en conflicto (cuadratura) con la represión (Saturno) racista o clasista, que casi es lo mismo. En la Casa VIII (muerte) tenemos a Géminis, signo de los jóvenes y de los estudiantes. Marte (violencia) rige la Casa VI de los funcionarios en Aries, señalando el cuerpo policial. Urano retrógrado conjunto al Nodo Sur (oscuridad, turbulencia) en la cúspide de esa casa señala la precipitación del homicida, el policía “sin cabeza” (Nodo Sur), es decir, que actuó sin calma, ni orden ni dominio de sí mismo. También creo que Urano simboliza las armas que sirven para matar a distancia, como las pistolas.
Como comenté en mi post sobre esta sizigia, toda Luna llena procede o es ‘hija’ de una Luna nueva. La carta astral de la Luna nueva anterior, que se produjo en Leo, en cuadratura al peligroso Marte en Escorpio, en Ferguson caía precisamente en la Casa VIII, la de la muerte.