La carta del lanzamiento -y explosión- de la bomba atómica en Hiroshima, la primera de ese tipo lanzada en el marco del final de la II Guerra Mundial, hace hoy 67 años, muestra el mapa astral de un crimen. La frase del título del post corresponde a la exclamación del copiloto del bombardero Enola Gay al observar la explosión de la bomba. En ese momento terrorífico puede que se arrepintiera de haber colaborado en un asesinato masivo.